Fray Antonio de Legama, apodado “El Fraile”, se incorporó a la partida de bandoleros de “ los siete niños de Ecija” a finales del año 1815 o principios de 1816, sustituyendo a algunos de los tres miembros de las partida que fueron apresados por la guardia civil en las inmediaciones de Santaella tras las enfrentamientos con los escopeteros y la persecución posterior para detenerles en el campo.
El Fraile, era natural de Aguilar de la Frontera, donde nació en el año 1782. Era monje del Convento de Padres Terceros de San Francisco existente en esta localidad que fue exclaustrado en la época de la invasión francesa.
La partida de bandoleros de “Los siete niños de Ecija”, ni fueron niños ni siempre fueron siete, ni todos eran de esa población sevillana. La partida se crea como otras bandas que surgen en estas tierras del sur, para luchar en su mayor parte contra los invasores franceses logrando expulsar a los gabachos de este país, que después les agradeció su coraje y valentía con el reinado de los que posiblemente fueran los dos peores reyes de la historia de España, que hicieron que no les quedara otra salida que tirarse al monte.
Después de dos años de saqueos y robos, la Audiencia de Sevilla el día 1 de julio de 1817 pregona el edicto de persecución de los , “Siete niños de Ecija”dandose a conocer como miembros de la partida de bandoleros a Pablo de Aroca, apodado “ojitos”, como el jefe de la misma, Diego Meléndez, Juan Antonio Gutiérrez “el cojo”, Francisco Najero alías “Becerra”, José Martínez, El Portugués y el Fraile .
Antonio de Legama, fue detenido en una batida , por los escopeteros, en las inmediaciones de Aguilar de la Frontera, en cuya cárcel fue ingresado por un periodo de tiempo de once días. La Audiencia de Sevilla, que ya tenía sentenciados a muerte a todos los miembros de la partida y había ahorcado el día 18 de Agosto a dos de sus miembros detenidos, le reclamo .
Fue trasladado a Sevilla y condenado a morir a garrote vil. Fray Antonio de Legama subió al patíbulo en Sevilla el día 27 de septiembre de 1817, donde el verdugo Andrés Cabezas, puso fin a su vida. De nada sirvieron las gestiones de su antigua orden religiosa, para intentar que se le conmutase la última pena.
La sentencia de la Sala del Crimen de la Audiencia de Sevilla es muy aclaratorio de lo que ocurrió después con el cuerpo de Fray Antonio de Legama “El Fraile” …
“ Don Simón Miguez. Escribano del Rey nuestro señor de cámara y gobierno de la Sala del Crimen de la Real Audiencia en las ausencias, ocupaciones y enfermedades del Señor Don Juan Nepomuceno Fernández y Roces del consejo de S. M. y su secretario honorario
Certifico que por ante mí en este día,se pronunció en la Sala la sentencia cuyo tenor y notificaciones que hice en su virtud y una diligencia puesta a su continuación, es como sigue:
Sentencia:
En las causas que formaron las justicias de Ecija, Carmona, Fuentes,Lora del Río, Marchena y Osuna, contra Pablo Aroca, alias “ojitos”, Juan Antonio Gutíerrez, conocido por “el cojo”, Francisco Najero, alias Becerra, José Martínez, “El Portugués”, el llamado “El fraile” y demás personas que componen la cuadrilla llamada de “Los niños de Ecija”, por salteadores de caminos, incendiarios, asesinos, forzadores de vírgenes y mujeres honradas y otros delitos: que reunidos en este Tribunal y substancias en rebeldía de los expresados reos con los estrados del mismo, y la parte del fiscal de S.M. fueron vistas y sentenciadas conforme a la Ley; habiendo sido aprehendido José Alonso Rojo y Fray Antonio de Legama , religioso profeso, sin ordenes, confesos y convictos en haber sido de los bandidos de dicha cudrilla. Vistos.
Fallamos atento a la causa y a la declaración del desafuero hecha por el Juez Oficial y Vicario General de este Arzobispado y en 22 del corriente, más que debemos declarar y declaramos que los expresados José Alonso Rojo y Fray Antonio de Legama, se hallan comprendidos en la sentencia de prescripción dada por la Sala contra dicha cuadrilla en su consecuencia mandamos
que José Alonso Rojo, sea arrastrado, ahorcado y puesto por los caminos y que Fray Antonio Legama en su consideración a su cualidad y a la suplica del Juez Oficial y Vicario General, sufra la misma pena de muerte en garrote. Que se entregue a los escopeteros de la Villa de Aguilar, que aprehendieron a Fray Antonio de Legama y en su nombre a Don Pedro García de este comercio, los mil ducados ofrecidos: y por esta nuestra sentencia, que con condenación de costas se ejecutará así lo pronunciamos, mandamos y firmamos con lo acordado.
Don Teodomiro Escudero. Don Manuel Troyano. Don Eugenio de Lanumbide.
Don Laureano José Donado. Don Blás de Arahuete.
Sus antiguos compañeros religiosos , los frailes Terceros, quisieron después de que se ejecutase la sentencia recoger el cuerpo de su hermano para darle sepultura, pero no les fue permitido y aunque no se consideró en la sentencia, el cuerpo de Fray Antonio Legama, “El Fraile”, fue desmembrado y cuarteado y colocado por los caminos siguiendo las barbarás costumbres de este país y esa época.
Así término la vida de el bandolero “El Fraile” Fray Antonio Legama, natural de Aguilar de la Frontera (Córdoba), el primer bandolero conocido de Aguilar. De una forma desdichada y trágica. Su vida, su historia ya olvidada, bien merece ser recordada.